Esfuerzo mental y fatiga


      Cuando realizamos actividades que nos exigen atención, análisis y control, es
probable que acabemos con fatiga mental por la cantidad de información que estamos
recibiendo.
 
 

      El esfuerzo mental se define como la cantidad de esfuerzo intelectual que se debe
realizar para conseguir un resultado concreto.

      Dolor de cabeza, sensación de cansancio, incapacidad para atender adecuadamente
o somnolencia, son algunos de los síntomas de la fatiga mental.

      Las tareas largas, uniformes y repetitivas y/o las tareas de control conllevan
monotonía, hipervigilancia, saturación mental e incluso, rechazo de una situación
repetitiva en la que se tiene la sensación de no ir a ninguna parte.
 
 

      La sensación de fatiga nos indica la necesidad de descanso. Cuando esta sensación
aparece, nuestro cuerpo pone en marcha sistemas de defensas sin que seamos
conscientes de ello: disminuimos el ritmo de trabajo, hacemos más comprobaciones de
las habituales y aplazamos las tareas más pesadas.

     Para evitar la fatiga podemos:

·         Organizar las tareas.

·         Establecer objetivos para tener la sensación de que hay un avance en nuestro
      trabajo.

·         Hacer pausas durante la jornada.

·         Fortalecer la propia capacidad de resistencia mejorando los hábitos de
     alimentación, descanso y ejercicio. Prestar atención a estos tres factores es
     importantísimo para evitar el cansancio.

Comentarios

  1. Me ha servido mucho este artículo para mis problemas de fatiga mental. Se agradece.
    Elvira

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