¿Qué nos "engancha" al deporte?
¿Comenzaste a practicar ejercicio para perder los kilos que ganaste
durante el
embarazo, durante las vacaciones, para rebajar tus niveles de
colesterol y/o glucosa,
fue tal vez para poder correr la carrera popular de tu
barrio…? Independientemente de
los motivos que te llevaron a la
práctica deportiva, ¿ahora no puedes pasar sin
el ejercicio? ¿quieres saber por
qué?
cuerpo genera unas
hormonas llamadas
endorfinas también conocidas como las
hormonas de la
felicidad o de la alegría.
Son neurotransmisores químicos que se
forman en la
hipófisis (glándula ubicada en
la base del cerebro) y que presentan una
estructura muy parecida a los opioides,
pero sin sus efectos negativos. Estas
hormonas, igual que los opioides, cruzan el
espacio sináptico y se unen a los
receptores opiáceos. Estos receptores
se encuentran en el tálamo y en el núcleo calloso
del cerebro y al ser
estimulados por los opioides, ya sean exógenos (drogas opiáceas) o
endógenos
(endorfinas), interfieren en las señales de dolor corporal y en las emociones,
provocando una sensación de bienestar.
Las endorfinas tienen principalmente dos funciones, la primera
de ellas es facilitar la
comunicación entre neuronas y la segunda actuar como
analgésico ante el dolor.
Activan los centros de
placer del cerebro y, a su vez, actúan como analgésicos
endógenos inhibiendo la
transmisión de dolor al mismo. Por tanto, las endorfinas son, en
gran parte,
responsables de la sensación de bienestar que percibimos tras realizar
deporte.
¿Son entonces las endorfinas las culpables de la adicción
al ejercicio físico?
Diferentes estudios científicos realizados en diversas universidades
de Estados
Unidos, ponen de manifiesto que no existe correlación entre la
cantidad de endorfinas
en la sangre y la dependencia a la actividad física
constante.
Los beneficios que nos proporciona la práctica
deportiva son muchos, entre ellos
se encuentran:
·
La disminución del riesgo cardiovascular.
·
Reduce
la presión arterial.
·
Retrasa el inicio de la diabetes en personas con
predisposición genética.
·
Ayuda a controlar los niveles de colesterol y de
glucemia del organismo.
·
Favorece el
mantenimiento del tono muscular, la movilidad y evita la obesidad y el
sedentarismo.
A nivel mental:
·
Nos distrae de los problemas cotidianos.
·
Nos ayuda a socializarnos y a compartir
experiencias con personas que tienen gustos similares a los nuestros.
·
Nos invita a centrarnos en el aquí y ahora
deteniendo el pensamiento en lo que estamos realizando en ese momento.
·
Disminuye la ansiedad y el estrés.
·
Nos enseña a seguir reglas.
·
Etc.
Podemos concluir
que el ejercicio físico es una buena herramienta para enfrentarse a
la vida con optimismo y energía, ¿será este
el motivo por el que nos “enganchamos” a
el?
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