En mis manos
No puedo impedir que te lleves toda mi fuerza física, pero no vas a tocar mi mente, ni mi corazón, ni mi esperanza, ni mi seguridad, ni mis promesas, ni mis ilusiones, etc. No voy a renunciar a seguir amando a mis seres queridos, a continuar trabajando con el mismo deseo de siempre, a sonreír, al calor del sol, a la frescura del invierno. Voy a seguir bailando aunque no me permitas oír ninguna canción. Te pido que me enseñes a sentir cada día como una fecha especial, como si fuera único e irrepetible. Sé que vas a sacar lo mejor de mí, que me harás tomar perspectiva y, también, más riesgos de los que tomé hasta ahora. En todo momento recordaré la frase de Séneca: “El deseo de sanarse siempre ha sido la mitad de la sanación”. #DíaMundialContraelCáncer rocioriverolopez@gmail.com