Que el miedo no te frene. Martina y su bici
Como cada verano, Martina terminaba el colegio y no podía ser más feliz. El verano significaba tardes infinitas sin hacer nada en la urbanización de sus tíos. Además, este verano, tenía la gran novedad de haber aprendido a montar en bici y estaba deseando estrenarla con sus amigos. Así, que cuando el timbre sonó aquella calurosa mañana, no dudó ni un momento, en despedirse de sus tíos y correr con la bici a cuestas, donde estaban esperándola. Al principio todo iba bien, no podía ser mejor, la brisa del mar le daba en la cara y una sonrisa se dibujaba en su rostro hasta que sus amigos decidieron ir por el camino más peligroso, ese donde había grandes bajadas y subidas pero que era el camino más corto, ¿por qué será que lo mejor siempre cuesta más?. Sin embargo, eso no detuvo a Martina, nada le detenía cuando se proponía algo. Por tanto, llenó sus pulmones de aire y empezó a coger velocidad y más velocidad para encarar la bajada que tenía delante de ella y cuando in...